Cada Blancpain es una obra maestra, una obra de arte.
Llevados por personalidades que aman lo extraordinario, aprecian lo duradero, respetan lo sostenible, admiran lo excepcional y lucen con orgullo en su muñeca una auténtica obra de arte que preserva su valor. Estos son los valores que impregnan todo lo que hacemos.
La naturaleza y sus ritmos siempre han influido profundamente al ser humano y su trabajo.En el pequeño pueblo de Villeret, en las montañas suizas del Jura, el maestro, agricultor y relojero Jehan-Jacques Blancpain se entregó a la idea de la naturaleza y el tiempo en invierno, época en la que era imposible trabajar en el campo.
Así comenzó en 1735 la historia de Blancpain, la marca de relojes más antigua del mundo. Hasta el día de hoy, toda nuestra visión se centra en un círculo del que puede nacer cualquier cosa. Las innumerables complicaciones inventadas a lo largo de los años son testimonio de la destreza de la Manufactura, que continúa redefiniendo los límites del arte de la relojería.
Expresión de una visión a largo plazo, esta dedicación a la innovación de la relojería mecánica se manifiesta a través de la transmisión de un auténtico legado y un saber hacer inestimable de una generación a otra.
La Manufactura Blancpain, impulsada por este compromiso y por una profunda responsabilidad, tiene la mirada puesta en el futuro y se compromete desde hace años con la preservación del planeta y de sus habitantes. Sin estos valores, no existe pasado ni futuro. Están presentes en todo lo que hacemos.
Completan el círculo sin principio ni fin y también se consideran el verdadero símbolo de la naturaleza, ya que representan la recurrencia de los ciclos.
¿Acaso no son las pequeñas cosas las que conducen a los grandes logros, o los momentos únicos los que hacen que un instante dure para siempre?
Todo Blancpain alberga la eternidad
Decimos que un Blancpain es eterno. En él conviven la eternidad, los momentos preciosos, el fuego de la pasión, el aire que nos da energía, el agua que es el primer principio de todos los seres y la tierra que nos mantiene anclados en nuestras tradiciones, en nuestras raíces y nos asombra una y otra vez...
La conexión de Blancpain con los cuatro elementos
Durante siglos, los cuatro elementos conformaron la enseñanza en lo que respecta a la concepción de la naturaleza. Se creía que existían eternamente y que eran inmutables en sí mismos. Combinados de diferentes maneras, pueden representar todo el mundo vivo.